Trampas Psicológicas


Algunas de estas trampas son: 

Sí, sí: nos hacemos trampas. ¿Qué por qué? Porque alguna vez fueron útiles y nos ayudaron a bajar la ansiedad de forma inmediata. Pero que algo funcionara una vez, no quiere decir que funcione siempre. Es decir, que una llave inglesa nos ayudara a solucionar el problema con el coche, no quiere decir que siempre que el coche nos dé un problema, usemos la misma herramienta, ¿no?

¿Qué ocurre cuando usamos una de estas trampas y no nos ayuda? Pues igual que cuando la llave inglesa no funciona para arreglar el coche: nos desesperamos y nuestra ansiedad aumenta rápidamente. Por eso las llamamos trampas: nuestro cerebro las utiliza sin control porque alguna vez funcionaron para ayudarnos a resolver un problema.  Pero si no nos ayuda a resolverlo inmediatamente, sufrimos un pico de ansiedad, y, en el peor de los casos, un ataque de pánico.


    Resultado de imagen de trampas
  • Rumiación: darle vueltas y vueltas a un asunto, y pensar sobre él de forma inútil. 
    • Contra-trampa: utilizar estrategias de resolución de problemas. 
  • Evitación: pues como su nombre indica, evitar el problema. Pero, ¿si evitamos un problema se soluciona mágicamente? No, sólo posponemos su solución. 
    • Contra-trampa: enfrentarnos al problema, como una tirita, cuanto antes lo hagas, mejor. 
  • Conducta inducida por emociones: muchas veces actuamos de forma impulsiva para huir de sentimientos incómodos. 
    • Contra-trampa: aprender a aceptar y gestionar nuestras emociones. 
  • Autocrítica: la crítica destructiva solo nos bloquea y aumenta nuestra ansiedad, por lo que no nos es útil para hallar la solución que necesitamos. 
    • Contra-trampa: crítica constructiva. 
Si detectamos que usamos alguna de estas trampas, podemos usar las contra-trampas para vencerlas: nuestra autoestima subirá y nos sentiremos más eficaces y eficientes.

Si tienes cualquier duda, puedes contactar con nosotros en Grupo RC Advance o en nuestro e-mail.

Comentarios