Una temporada muy muy dura

Hola a todos.

Lo primero que quiero hacer es pedir disculpas por mi gran ausencia. Quien me conoce sabe que ha sido una etapa muy dura en mi vida. Para quien no me conoce, el resumen es que mi abuela ha estado hospitalizada mas de tres meses, ha estado a punto de morir dos veces en este periodo, mi abuelo ha sufrido la presión de ver a su esposa postrada en una cama y ver la preocupación en los ojos de su su hijo de Sindrome de Down, mientras su hija, mi madre, hacía todo lo posible para atender a todos, cuidar de todos y hacer la situación lo mas llevadera posible a toda la familia, y yo solo he querido ayudar en lo posible, pero quien realmente ha llevado el peso de toda la situación ha sido mi madre.

A raiz de esta situación, mis abuelos se han mudado a casa de mi madre y yo he salido de la misma, y mis abuelos me han prestado su casa. Mi madre, para intentar que sus padres estén lo mas cómodos posibles y tengan la mejor calidad de vida posible, ha sacrificado todo su proyecto de vida, ha adaptado toda su casa para una persona en silla de ruedas, que es como esta en este momento mi abuela, y cuando no está trabajando, se está ocupando de ellos, o de mi, o de todo el mundo menos de sí misma. Yo le digo que también se tiene que cuidar porque la necesito y por mucho tiempo, pero ella es una cabezota y tozuda, y ahora le preocupa el bienestar de sus padres y de su hermano pequeño y hasta que no lo consiga no va a parar, aunque reviente por el camino (algo que yo intento evitar a toda costa, que reviente).

Todo este periodo o etapa que estamos pasando me ha hecho pensar en varios temas: la resilencia, el papel del cuidador, como este papel es clara mente femenino en nuestra  cultura, y el potencial de algunas personas para darse a los demás.

Me gustaría tocar estos temas en un futuro en el blog.

Y además de todo esto, mi madre me está ayudando a montar mi propia clínica de psicología.

Este es mi pequeño homenaje a una mujer que siempre esta por y para los demás, para su familia, y que su familia, le pide que también se ocupe de ella misma.

Te quiero mamá. Siempre y para siempre, las tres mosqueteras.

Comentarios

  1. Enhorabuena por tu trabajo, y enhorabuena por la madre que tienes, de la que me siento orgullosísima de ser amiga. Y en fin, que estoy en el trabajo y has hecho que me emocione (no es mi día, no!). M.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario