Es cierto que el cambio de estación afecta a muchos en su estado de ánimo y humor.
Los sentimientos que invaden a la persona pueden ser desde apatía, tristeza, desgana en general, pereza, hasta ira, irascibilidad, mal humor vamos. No podemos dejar de lado que hay cambios en nuestra vida, cambios ambientales como la cantidad de horas de luz, el cambio de horario, que afectan indudablemente a los ritmos circadianos, que a su vez tienen relación directa en nuestro reloj biológico, por ejemplo en nuestro sueño.
Sería bueno trabajar las emociones de fatiga, irritabilidad, cabreo, desánimo, desde nuestras ya conocidas "gafas", unas gafas adecuadas y racionales, darnos tregua y tomar distancia de la situación/problema, aceptar que es algo temporal si lo entrenamos y no lo "dejamos pasar", en definitiva trabajamos para que no nos limite en nuestro día a día pudiendo convertirlo en ciertamente una molestia pasajera, siendo consciente primero, de cómo nos afecta y segundo, cómo hacer para combatirlo.
Expliquemos a nuestras personas más cercanas qué nos ocurre, mostrar nuestros sentimiento y cómo nos afectan las cosas en este momento puntual, realizar actividades placenteras solos y acompañados, llenar nuestra agenda de actividades, nuestro día a día de planes agradables y que nos ayuden a tomar una perspectiva más racional, recuerda que se trata de algo puntual si lo trabajas repito. Poniendo en práctica el cambio a nivel de pensamientos (ya sabemos por otros posts que están en sintonía y repercuten en nuestras emociones y conducta).
Es importante que nos cuidemos, ya sabéis una receta segura que hemos estado comentando en las últimas entradas: deporte + una alimentación sana + una adecuada higiene del sueño, además podemos potenciar el ocio, hacer ejercicios de relajación y acudir a un psicólogo si la situación nos desborda o para consultar cualquier duda o pautas a tener en cuenta con esta problemática, tanto Paula como yo estaremos encantadas de poder ayudarte.
¡Feliz primavera! a disfrutarla ;)
Los sentimientos que invaden a la persona pueden ser desde apatía, tristeza, desgana en general, pereza, hasta ira, irascibilidad, mal humor vamos. No podemos dejar de lado que hay cambios en nuestra vida, cambios ambientales como la cantidad de horas de luz, el cambio de horario, que afectan indudablemente a los ritmos circadianos, que a su vez tienen relación directa en nuestro reloj biológico, por ejemplo en nuestro sueño.
Sería bueno trabajar las emociones de fatiga, irritabilidad, cabreo, desánimo, desde nuestras ya conocidas "gafas", unas gafas adecuadas y racionales, darnos tregua y tomar distancia de la situación/problema, aceptar que es algo temporal si lo entrenamos y no lo "dejamos pasar", en definitiva trabajamos para que no nos limite en nuestro día a día pudiendo convertirlo en ciertamente una molestia pasajera, siendo consciente primero, de cómo nos afecta y segundo, cómo hacer para combatirlo.
Expliquemos a nuestras personas más cercanas qué nos ocurre, mostrar nuestros sentimiento y cómo nos afectan las cosas en este momento puntual, realizar actividades placenteras solos y acompañados, llenar nuestra agenda de actividades, nuestro día a día de planes agradables y que nos ayuden a tomar una perspectiva más racional, recuerda que se trata de algo puntual si lo trabajas repito. Poniendo en práctica el cambio a nivel de pensamientos (ya sabemos por otros posts que están en sintonía y repercuten en nuestras emociones y conducta).
Es importante que nos cuidemos, ya sabéis una receta segura que hemos estado comentando en las últimas entradas: deporte + una alimentación sana + una adecuada higiene del sueño, además podemos potenciar el ocio, hacer ejercicios de relajación y acudir a un psicólogo si la situación nos desborda o para consultar cualquier duda o pautas a tener en cuenta con esta problemática, tanto Paula como yo estaremos encantadas de poder ayudarte.
¡Feliz primavera! a disfrutarla ;)
Comentarios
Publicar un comentario